La mía está en mi corazón, mis acciones, mi cabeza, mi familia, mis amigos, mis viajes, mis cuadernos, mis post-its, en hojas sueltas, en la parte de atrás de facturas, en separadores de libros, en mi agenda, en mis recuerdos y en mis sueños. Como ven, solo yo puedo entender mi historia y los otros ven partes de ella.
En este blog quiero compartir partes de mi historia, específicamente lo que ha sido un proceso de crecimiento personal y profesional desde que entré en el mundo de los emprendedores. Esa es una historia importante en mi vida que parece no tener principio ni final pero que espero sirva para motivar a otras personas a hacer sus sueños realidad, a no tener miedo a probar aunque los otros digan que no y a luchar por lo que quieren. Quiero dirigirme especialmente a otras mujeres, pero también a muchachos y muchachas. A las mujeres, porque personalmente he sentido que en este mundo de emprendedores, falta mucha representación de mujeres y en visibilizar todo lo que bueno que ya ellas hacen y en seguir capacitándose para cada día ser la mejor persona que uno puede ser. A los muchachos y muchachas, porque a diferencia de otros que los ven como el futuro del país, creo que debemos enfocarnos en que ellos se puedan sentir fuertes y capaces en el presente, como jóvenes, una voz importante en nuestra sociedad.
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